miércoles, 1 de febrero de 2017

LA MAGIA DE ESCHER


Encuadernado en tapa dura  y sobrecubierta ilustradas.
 27,5 x 32 cm. Introducción de J.L. Locher. 







           El libro presenta una buena muestra de imágenes que se acompañan de frases del propio Escher y comentarios de J.L. Locher, uno de los mayores expertos que hay sobre el artista. El palacio de Gaviria de Madrid acoge durante cinco meses una importante retrospectiva de sus obras.


Relatividad, 1953. El autor representa una cuarta dimensión de lo oculto

              Maurits Cornelis Escher nació el 17 de junio de 1898 en Leenwarden (Países Bajos), hijo de un ingeniero, no encontró otro aliciente en el estudio salvo en el dibujo, sacando gran partido a la técnica de los grabados en madera o xilografía, que aprendió de su maestro Samuel Jesserun.


Autoretrato deformado, al gusto del artista
     Vive en Italia, donde se inspira en su arquitectura tradicional para algunas de sus obras, al igual que en su viaje a España, donde se impresiona por las teselas y el desarrollo de las perspectivas de la Alhambra de Granada, el Generalife y la Mezquita de Córdoba. Se encontraba en España antes de estallar la Guerra Civil. En 1937 se fue a vivir a Bélgica y luego regresó a su Holanda natal, en 1941.


      Considerado entre los más grandes artistas gráficos del siglo XX, sus diseños resultan cuando menos curiosos, intrigantes y bonitos, aunque uno no sepa a quién pertenecen. Figuras imposibles, fondos reticulados con diversos patrones y mundos imaginarios han sido reproducidas hasta la saciedad en portadas de libros, revistas, campañas publicitarias... La reiteración en sus temas, las metamorfosis, el blanco y el negro, la simetría, el infinito frente a lo limitado 
son sus señas de identidad. 


Visión imposible del picado y contrapicada, de la misma escena unidas como si esta última se viera con un "espejo"

Reptiles, 1943




            La producción de Escher ronda las 400 litografías y grabados en madera, además de unos 2.000 dibujos y borradores donde se reproducen juegos visuales y guiños al espectador. Su obra ha dejado fuertes influencias gráficas, por ejemplo en carátulas de discos y los cómics.



Serpientes 1969, pertenece al final de su carrera una vez superada una enfermedad




           Si quieres contemplar mas obras de Escher puedes pinchar:






Manos dibujando, 1948



ISBN 97883822837047

EL ESPEJO MÁGICO DE M.C. ESCHER 





    Escrito por Bruno Ernst, un matemático que exploró muchos de los temas tratados por Escher en sus obras y que tuvo la rara oportunidad de poder entrevistarle, un día a la semana, durante varios años. De ese modo pudo recibir descripciones directas y detalladas de cada una de sus obras y de la intencionalidad, o más bien falta de ella, detrás de ellas. Cuentan que Escher no era precisamente un "tipo sociable" y que la gente corriente encontraba difícil tratar con él. Por suerte para todos, Ernst pudo establecer una buena relación de amistad y conseguir muchísima información directa para compartirla con todos en su libro.

Al comenzar el libro Ernst hace una breve biografía y luego clasifica y describe las obras más relevantes de M.C. Escher, organizándolas de forma temática. Sus descripciones incluyen las propias palabras de Escher, frases a veces literales y a menudo sorprendentes, pero también entra en estudios matemáticos y geométricos detallados de los trabajos. Escher reconoció no saber muchas matemáticas y haber llegado a algunas de las soluciones a los problemas visuales de forma autodidacta. Ernst añade por tanto el toque formal a sus obras, describiendo cómo "funcionan" algunas de las técnicas de ilusión creadas por Escher, tales como el uso de los puntos de fuga en las perspectivas, el porqué de las figuras imposibles y otros detalles curiosos.




Recomendamos pinchar:  
Noticia emitida por TVE




También el documental biográfico sobre Escher





Antonio Muñoz Molina narra su experiencia al visitar la exposición...
"...se sale un poco enloquecido. Yo fui a verla una mañana de mucha lluvia, y hacia cualquier sitio que miraba se me aparecían laberintos de repeticiones matemáticas, como si todavía estuviera delante de sus escalinatas imposibles o de esos mosaicos en los que danzarines o bufones blancos de cuerpos torcidos se yuxtaponen a danzarines o bufones iguales pero de color negro. En todo lo que veía encontraba patrones visuales que se complicaban o se disolvían: paraguas negros sobre las cabezas de la gente, diseños de baldosas en el pavimento, peldaños en la estación del metro que subían y luego bajaban con un ritmo inverso pero también idéntico.

Escher lo vuelve a uno sensible a las repeticiones geométricas que organizan muchas facetas de la realidad y a la extraordinaria facilidad del cerebro para dejarse engañar por trucos visuales, a caer en trampas unas décimas de segundo antes de advertir que lo son. Combinaba el rigor de muchos siglos de artesanía del grabado con una libertad de la imaginación que podía llevarlo a la cercanía con el surrealismo. Lo que más lo distingue de los artistas de vanguardia que fueron más o menos sus contemporáneos es la propensión a la soledad y al mutismo y la dedicación severa y absoluta al oficio..."


Inicio del artículo de Babelia 
(cultural del diario El País) 
11 de febrero 2017 









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IMAGINA CON NORMAN MESSENGER



GRABADOS ALEMANES DE LOS SIGLOS XV-XVI





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