Juan de Herrera (Movellán, Valdáliga 1530 - Madrid, 1597) levantó buena parte de los edificios más representativos del Renacimiento español. Su obra más destacada es el monasterio de San Lorenzo de El Escorial pero también son suyos las obras arquitectónicas de la catedral de Valladolid, que iba a ser la más grande de Europa, de la que tan solo se ejecutó la mitad del proyecto; la Plaza Mayor de Madrid, la Lonja de Sevilla y la ampliación de los jardines del Palacio de Aranjuez.
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| LUNWERG 1997. Tapa dura en tela con sobrecubierta en estuche 300 pp. 27,5 x 29,5 cm - ISBN 8477824355 - 38,90€ |
Catálogo Exposición organizada por la Fundación Cultural COAM (Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid):
- Palacio de Sobrellano, Comillas (Cantabria). 15 de julio a 31 de agosto de 1997
Profuso en ilustraciones con planos de plantas y alzados de sus obras y el vínculo del arquitecto como científico y su relación con la ingeniería.
Autores principales: FERNANDO CHUECA GOITIA, PALOMA BARREIRO PEREIRA y CARLOS DE RIAÑO LOZANO
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| Plano de El Escorial |
Herrera estudió Humanidades y Filosofía en la Universidad de Valladolid. Desde ahí sus intereses se diversificaron rápidamente hacia las matemáticas, la geometría, la astronomía y el arte. El trabajo de sus contemporáneos nunca le resultó indiferente. Fue un hombre renacentista acorde a su época que abarcó múltiples disciplinas.
Finalizó sus estudios, en 1548, y entró a formar parte del séquito de caballeros de Felipe II, aún príncipe. Recorrió Europa como soldado -en 1553 participó las campañas de Carlos I en Flandes-, y cortesano, formando parte de la comitiva que acompañó a Carlos I en su regreso a Castilla y permaneció siempre cerca de la familia real. Cuando Felipe II subió al trono, Herrera fue nombrado tutor del príncipe Carlos.
Carlos I había expresó en su testamento que quería ser enterrado en un edificio particular. Su hijo Felipe II ideó un complejo palaciego en la sierra de Guadarrama, centro de la península Ibérica y lugar con fuertes energías como prueba que se considere la silla desde donde se dice que contemplaba su construcción como santuario celta. Así empezó a gestarse El Escorial y comenzó la carrera arquitectónica de Juan de Herrera, nombrado ayudante del arquitecto principal de la obra Juan Bautista de Toledo, que trazó los planes originales y puso la primera piedra de la obra en 1564.
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| Vista aérea de El Escorial |
El Escorial debía ser al mismo tiempo un palacio, un monasterio, una basílica, un mausoleo y algo único, un edificio majestuoso que diera testimonio de la grandeza de la Corona que regía el país más poderoso del momento.
Juan Bautista de Toledo murió en 1567. El italiano Giovanni Battista Castello fue contratado como arquitecto principal hasta que, en 1572, Herrera asumió la dirección de la construcción, primero de manera oficiosa y desde 1576 como aposentador real, trazador principal, matemático e ingeniero de la Corona, con todas las obras públicas a su cargo.
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| Palacio Real de Aranjuez |
El arquitecto cántabro modificó los planes originales, simplificando el edificio, dándole un carácter más geométrico y reorganizó el proyecto, añadió una nueva planta de cruz griega a la fachada principal, redujo el número de torres, incrementó los patios, cambió la estructura de la basílica y diseñó la biblioteca. Dejó el proyecto en manos de su discípulo Juan de Mora, que concluyó la obra el 13 de septiembre de 1584.
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| La catedral de Valladolid planeaba ser la más grande de Europa, modelo que se exportó a América |
El estilo herreriano, sobrio y austero, dominó la arquitectura española durante casi un siglo y se extendió a América en las catedrales de Lima y Nuevo México marcando las señas de identidad del reinado de Felipe II.
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