jueves, 1 de marzo de 2018

MIL CANCIONES ESPAÑOLAS

 


           Exponemos parte de nuestro trabajo recogido en el libro Viaje al condado de Lara, sobre las canciones y la música popular en la provincia de Burgos, intercalado con las partituras de canciones del libro Mil canciones españolas.



2 TOMOS: 1- Canciones tradicionales. 2- Villancicos, canciones antiguas y romances.
          
ALMENA EDITORIAL, 1966 
Ilustraciones y confección de Gloria de Cárdenas y Juan Ignacio de Cárdenas. 
Sección femenina de F.E.T. y de las J.O.N.S
                                                 

 Música que difunde tradición 

 Mil canciones españolas, en su segundo volúmen, recoge coplas antiguas de las Cantigas de Alfonso X el Sabio. Los herederos de los juglares nos han trasmitido romances como Los siete infantes de Lara, que venía publicado en los “libros de texto” y se difundieron desde las escuelas. Hacemos eco del Conde Niño o Conde Olinos en el extracto que les enseñaron. 


Madrugaba el conde Olinos,        la mañana de San Juan
a dar agua a su caballo            a las orillas del mar.
Mientras el caballo bebe,             conde Olinos echa un cantar,
- Mira, hija, cómo canta          la sirenita del mar.
- No es la sirenita, madre,            lo que usted oye cantar,
que es la voz del conde Olinos,    que por mis amores va.
- Si es la voz del conde Olinos, yo lo mandaré matar,
- Si le mande matar, madre,         a mí, mande degollar…



          En el primer volúmen se recopilan las canciones populares por comunidades de Galicia, Asturias, Castilla y León, Vasconia y Navarra, Cataluña, Aragón, Valencia, Murcia, Andalucía, Extremadura, Canarias y Baleares.



De Galicia recopila entre otros temas tradicionales las muñeiras



             Un millar de canciones antiguas y romances, villancicos para las navidades que también se presentan agrupados por regiones: 


Villancico tradicional, en el tomo II


                               







            

            La influencia y movilidad de la música debida a la carretería fue evidente en las jotas castellanas. La estrofa de una jota recogida en Puerto Castilla (Ávila) en la proximidad a Tornavacas (Valle del Jerte), resulta ser idéntica a la que se declamaba en la Sierra de la Demanda burgalesa:

Vale más una serrana
con una cintita al pelo
que todas las extremeñas
vestidas de terciopelo.
                                                                   
Las populares jotas castellanas para cantar y bailar



Coincide con otras recogidas en Palazuelos de la Sierra:


Un limón echó a rodar
y a tu puerta se paró,
hasta los limones saben
que nos queremos tú y yo.


 Y en Rupelo:

Cuando paso por tu puerta
parto pan y voy comiendo
porque no digan tus padres
que de verte me mantengo.



                                           
Canciones de pasillo para bailar en grupo


                No había que buscar muchas escusas para cantar y bailar. Fiestas en los pueblos se celebraban en un promedio de cada tres días, hasta tal punto, que la Iglesia tuvo que intervenir para parar los pies a tanta algarabía. 

     A diario, cuando se hacía de noche y después de cenar, se preparaban quedadas en la casa de algún pariente o vecino para que, a la luz del fuego, a la vez que se hacían labores como la práctica de la costura entre las mujeres, se aprovechaba para cantar con improvisaciones instrumentales de los más dotados. 


              También era muy habitual que los domingos los mozos de los pueblos organizasen baile en la plaza, la era, habilitando un salón o en un pajar. Los varones se servían de almireces, cucharas y botellas, cazos y cencerros se unen como instrumentos a tarrañuelas y carracas, guitarras, laudes y bandurrias. Las mujeres portaban la pandereta, panderos confeccionados con un cedazo o los adquirían en ferias y romerías. Una tradición que perdura hasta los años cuarenta del siglo pasado, momento en que los músicos aficionados fueron relegados por orquestas profesionalizadas.




 La trashumancia y el folklore 

 Los pastores trashumantes adoptaron el rabel –anteriormente era la giga-, y otros instrumentos musicales de origen musulmán como vihuela y citola, que suenan en el recuerdo por la sierra de la Demanda y en su vertiente riojana. Aparte del rabel, totalmente olvidado en el S. XXI, podemos considerar a la dulzaina como el instrumento festivo que no podía faltar en las fiestas patronales. Antiguamente se tocaba la chirimía y el tamboril, acompañándose de un pito de tres agujeros en la otra mano. 

    Federico Olmeda en Folklore de Burgos (1902) hizo una recopilación en el partido de Salas de los Infantes y destacó especialmente Sierra de Pineda y Valdelaguna. Los pastores creaban composiciones de cuatro versos que acompañaban a la dulzaina, flauta o vigüela, que ellos mismos elaboraban mostrando sus destrezas en los bailes a lo parao, a lo pesao y a lo ligero.

El rabel para ser fino
ha de ser de verde pino:
la vihuela de culebra,
y el sedal de mula negra.

           El tema más conocido sobre la trashumancia es el soriano "Ya se van los pastores a la Extremadura", y nos hacemos eco de otro:

Dicen que los pastores huelen a sebo/miera (bis)
pastorcita es mi novia y huele a romero/canela.
Quitate niña de ese balcón,
porque si no te quitas, ramo de flores (bis)
Llamaré a la justicia que te aprisione
con las cadenas de mis amores.
Esta noche ha llovido, mañana hay barro
Pobre carreterito se habrá mojado.

 
Canción asturiana


       En Neila, al igual que en otros pueblos de la Sierra burgalesa de la Demanda, desde antiguo se ha rendido culto al bosque con danzas “étnicas” en torno al tronco del Mayo, frente al que las chicas representaban Las Mayas, con bailes conocidos “al villano”. Diez mozas que portan el traje serrano de su mantón de seda  cuelgan numerosas cintas de colores por los hombros y la espalda y manejan una pandereta igualmente encintada. La danza se desarrolla en rueda, girando hacia un lado y volviendo en sentido contrario con movimientos lentos y, en determinados giros, saltan a la vez que levantan los brazos haciendo sonar la pandereta. Justo del Río consideró, atendiendo a le letra, que se trataba del recibimiento a los pastores trashumantes pero no debemos olvidar que los lugares donde las hemos recogido, a excepción de Neila, son lugares carreteros y deducimos que las pudieron adoptar de estos. La esencia arbórea del mayo y las danzas que se rinden ante él obedecen a un ritual de ofrecimiento para la preservación del ciclo natural.



                     
Las marzas y El Mayo eran adaptadas con los patrones, tanto en Castilla como Aragón



LAS MAYAS
Las señoras Mayas
que hagan corrillo
“pa” que salga la gala
que no ha salido (bis).
Al agudo, al agudo
y a lo ligero
al uso de mi tierra
toco el pandero.
Allá arriba, allá arriba
la Virgen lava
los pañales del Niño,
rica colada.

Vítores, Mayo,
vitores, Mayo
hacia la puerta y calle
De Don Fernando (bis).
Vitor a prisa,
vitor a prisa
hacia la puerta y calle
de Doña Luisa (bis).
Ya vienen los pastores,
ya viene el rumbo,
ya viene la alegría
de todo el mundo.
Ya vienen los pastores
No viene el mío,
Alguna picarona
Lo ha entretenido.
Cuando el Sr. Alcalde
Coge la vara
Parece clavelina
Recién cortada (bis).
Las señoras Mayas
Que hagan corrillo
“pa” que salga la gala
Que no ha salido (bis).
Ya marchan los pastores,
Ya marcha el día,
Ya se va aquel zagal
Que me quería
Las mayas de la plaza
son dos luceros
y en saliendo las otras
parecen cielos.
Arriba, resalada ,
parecen cielos.
ya vienen los pastores
ya viene el rumbo,
ya viene la alegría
por todo el mundo.
Arriba resalada
Por todo el mundo.
Al villano al villano,
¡ay noja, ay noja!
de Neila fueron siempre
las buenas mozas.
Arriba resalada,
Las buenas mozas


MAYA
S DE HONTORIA DEL PINAR

Vitor de mayo, vitor de aquella,
la valerosa, siendo doncella.
Dicen que no me quieres,
dicen que no me quieres,
porque no tengo, porque no tengo,
vacas en la vacada, bueys en rodeo,
bueys en rodeo.

Dicen que no me quieres,
dicen que no me quieres
porque no tengo, porque no tengo,
la camisa cosida con hilo negro,
con hilo negro.

Mes de mayo, mes de mayo,
mes de mayo, mes de mayo,
mes de los fuertes calores,
cuando los trigos se encañan
y salen las bellas flores (*).

En mayo me desmayé,
en mayo me dio un desmayo,
en mayo me desmayé
en mayo corté una rosa,
en mayo la deshojé.

Ya le empinaron,
ya le empinaron,
fue con ayuda de los casados,
fue con ayuda de los casados.

Dicen que no me querías,
dicen que no me querías
y me vienes a buscar,
como el agua busca al río,
y el río busca la mar.

Con buena mata de pelo,
vale más una serrana,
con buena mata de pelo,
que todas las señoritas,
vestidas de terciopelo.

Vitor de mayo
vitor de aquella

(*) Esta estrofa es idéntica al inicio de La niña guerrera, recogida en Astudillo (Palencia) y Villaldemiro (Burgos).


                                           
El folklore canario aporta las habaneras y las folias insulares

     

 Rondas alrededor del fuego 

 El 22 de noviembre se inician las fiestas en honor a santa Cecilia, patrona de los músicos, con una hoguera de estepas. Eran multitudes las que se agrupaban al calor de las fogatas que se prendían en las plazas de todos los pueblos en tiempos en que se adolecía de luz eléctrica. Las antiguas culturas ya dieron un sentido purificador para que las llamas eliminaran lo negativo, donde prenden castillos elaborados con madera junto con enseres viejos. Celebraciones que integran a la comunidad bajo la mágica luz del fuego entre canciones y baile de jotas como La Jerigonza, Los Sables, La Purrusalda, La Fuentecita, La Rueda de los pañuelos y La Serranita.


Como soy pinariega
de los pinares,
por debajo los pinos
saco cantares.
Saco cantares niña
saco cantares
como soy pinariega
de los pinares…
Tiro riro riro (bis)
las cabras en los trigos
el pastor en la picota
chingando la bota
el perro en la fuente
lavándose los dientes…
En el pinar hay un pino
que cría las pinchas verdes
que sí, que no, que hay
que en el pinar hay un pino
un pino que cría las pinchas verdes

                   El maestro Olmeda recopila uno de los temas en Barbadillo del Pez (Burgos) para las noches de san Juan a san Pedro y a los que denomina choscas, donde mozos y mozas bailan, cantan y se persiguen hasta que son apresados por el otro grupo. Los chicos les dan humo y las chamuscan al fuego, mientras que si son las chicas las que les retienen dan sarna y van al río, según da a entender el sacerdote la cosa iba bastante en serio. 


                                                  




              Los mozos acudían la víspera de casarse a casa de los padres de los novios a que les dieran de cenar y cantaban: 

Que contenta está la novia
la noche del esposorio
porque le ha dicho su madre
que va a dormir con el novio.
Por aquella sala, por aquel balcón
por aquella calle se pasean dos
el uno el amante y el otro su amor,
la prenda de mi corazón.
Esta calle está empedrada
con onzas de chocolate
que la ha empedrado el novio
para que “…..” pase.
Vuela, vuela palomita
del palomar a las eras que esta noche te despides
de todas tus compañeras.



   








             Otro género musical importante es el de los temas infantiles, desde las canciones de cuna hasta las de juegos en corro:



                         
La canción de corro Tres hojitas verdes que aparece en distintas versiones en todas las regiones





            El tema de las canciones, desde las primigenias jarchas, suele ser el amor y el lugar o escenario las labores del campo, las faenas cotidianas como en el lavadero o trabajando el lino, que inspiraron las composiciones.                



                            





               Herederos de trobadores y juglares son los romances de ciego y de ellos surgen los "libros de cordel", pliegos con sucesos que luego comercializaban por las aldeas y municipios. Buhoneros que acompañados de su guitarra y normalmente por una coplista, narraban en sus versos los sucesos que acontecían, como los Crímenes del Sacamantecas, el Atropello del tren en Linares –en distintas variantes-, y el Crimen de la cupletista del Kursaal Novedades (suceso acaecido en la madrugada del día de Santiago de 1935 en el mismo Burgos y donde la valenciana Carmen Gimeno fue asesinada). 

 Nos recuerdan sus interpretaciones en plazas y mercados:


 Y en la provincia de Burgos
señores voy a explicar, (bis)
lo que le ha pasado a una joven,
por saber muy bien bailar. (bis)
 Esta joven era guapa,
la tiraban los pañuelos,
su novio la tiró el suyo,
y no quiso recogerlo.
 Recoge ese pañuelo
que me las vas a pagar,
en la salida del baile,
y en la puerta principal.(bis)
 Con un puñal de dos filos
la cabeza le cortó,
ya la cogen entre cuatro,
ya la llevan a enterrar,
toda vestida de blanco,
que parecía un rosal.
 Las damas del cementerio,
todas se visten de blanco,
por ver a la pobre Antonia
cómo la hacen el entierro.
    
                       
565 y 218 páginas. + láminas e índices. 23 x 24 cm.  ISBN 8470140205



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